Logo de la ANEM   Guía para estudiantes de matemáticas

Consejos generales

Recursos

Cuando entras a la Universidad, vienes, probablemente, de llevar varios años estudiando una lengua extranjera (inglés, francés, alemán, etc.), y puede parecer tentador olvidarse del tema ahora que no es obligatorio. Pero nada más lejos de la realidad: seguir aprendiendo idiomas es muy importante, no sólo para tus estudios sino también para tu futuro laboral.

En primer lugar, porque en la mayoría de universidades es necesario tener un título de nivel al menos B1 en alguna lengua extranjera para poder obtener el título de graduado. Si te descuidas, el tiempo se te acaba echando encima, y te plantas en tu último año sin título, lo que hace que no puedas graduarte. Y, cuando tengas la carrera y busques trabajo, te encontrarás con que la mayoría de empresas buscan a gente que pueda hablar en varios idiomas, algo que además te abre las puertas para trabajar en proyectos de ámbito internacional.

Además, y entrando ya en el caso más concreto de las matemáticas, el inglés es fundamental a la hora de buscar recursos online para estudiar. Apuntes, vídeos de explicaciones, ejercicios, exámenes resueltos...

Muchas universidades ofertan cursos de idiomas a precios reducidos para estudiantes. No dudes en aprovecharlo.


Por supuesto, la manera más efectiva de aprender idiomas es conviviendo con ellos. Infórmate de las oportunidades que te da la universidad: Erasmus+, programas de inmersión lingüística... ¡Aprovecha!

Enfrentarse al fracaso

Mucha gente sale de Bachillerato y de Selectividad con unas notas muy buenas, y, al llegar a los primeros meses del grado y enfrentarse a sus primeros exámenes, se desploman cuando no pueden mantener el nivel. Te acostumbraste a obtener muy buenos resultados, y ahora, pese a que te esfuerzas mucho más y te pasas el día en la biblioteca, suspendes o apruebas por los pelos.

Si es tu caso, queremos decirte alto y claro: ¡no pasa nada! Es normal que el salto a la universidad resulte difícil, y que te cueste más acostumbrarte al funcionamiento y a las asignaturas. En cualquier caso, es algo normal, y que seguramente le pasará a más estudiantes. Saques la nota que saques, tardes lo que tardes en aprobar, mantén la vista firme en tu objetivo y no te desanimes. Créenos: valdrá la pena.

Y, por otro lado, si ves que te va bien, confía en que es por tu capacidad y no por suerte; cuidado con el síndrome del impostor.